Las redes sociales se han convertido en uno de los pilares de cualquier estrategia de difusión y comunicación digital. Las marcas han encontrado un excelente aliado y el marketing digital puede ayudar a colocar mejor un producto o servicio en la mente del público objetivo.
Sin embargo, no todas las estrategias de
tienen como fin último vender. ¿Qué sucede con los museos, sólo por citar un ejemplo? Al parecer, muchas de los esfuerzos de la comunicación digital en dichos organismos, se preocupan por hablar de los horarios o los pormenores de la exposición, pero todo parece llegar hasta ahí.¿De qué manera un museo podría aprovechar las
? Los medios sociales podrían funcionar no sólo como un elemento de difusión de las expos y eventos que pueda tener un museo, sino también como un elemento clave en la ampliación de la experiencia de los visitantes.He aquí una estrategia de comunicación digital a través de las plataformas sociales, considerando 5 acciones básicas.
- Guía de la exposición. La flexibilidad de formatos con los que cuenta Facebook y otras redes sociales, pueden permitirnos crear contenidos que ayuden a crear una guía interactiva de la exposición. Más allá de los horarios, las salas y los libros de visitas, se puede crear una ayuda visual para recorrer y entender mucho mejor las piezas expuestas y ampliar la experiencia del usuario. Canvas de FB, por ejemplo, permitiría crear no sólo las cédulas tradicionales de una obra, sino una explicación mucho más amplia y detallada (en video, incluso) que haría mucho más enriquecedora e interactiva la visita a un museo.
- Explicación de los ejes conceptuales. El arte es una abstracción, es una reinterpretación de la realidad y su base conceptual es, en ocasiones, complicada e intangible. Por ello, los usuarios de la red pueden encontrar en diversos materiales como infografías, gifs y animaciones, los conceptos principales sobre los que descansa una exposición o bien, el proceso creativo del artista, que en muchas ocasiones, es parte fundamental del arsenal conceptual que permite entender y disfrutar una exposición artística.
- Frases y opiniones. Completar la experiencia estética puede ser bastante más satisfactoria cuando escuchamos la opinión de otras personas; así, una frase u opinión convertida en ilustración o gif puede convertirse no sólo en un apoyo para la comprensión de una obra, sino en una reinterpretación en sí misma. Los curadores y críticos pueden jugar un papel esencial en este caso.
- Curaduría de usuarios. El arte no está completo sin los ojos del observador. Por ello, recopilar las fotografías y los contenidos que los propios usuarios generan, ayudan no sólo a tener una galería más amplia, sino a otorgar el reconocimiento necesario que el museo debe a sus visitantes. Y sí, a las visitas les encantan las selfies.
- Horarios e información en general. Siempre es necesario publicar horarios y días de atención, además de condiciones de las visitas e incluso costos y descuentos si fuera el caso. Este es quizá el contenido que más comparten las instituciones, pero no necesariamente el que mejor transmite la experiencia del museo en las plataformas digitales. No obstante, es muy importante para que los visitantes puedan tener la mejor experiencia al interior del recinto.
Uno de los riesgos que se pueden correr es confundir que la tecnología debería convertir en algo lúdico a un museo, sin embargo, no necesariamente es así, ya que, si bien el arte puede ser divertido o provocar una sensación de satisfacción, también puede ser su intención inquietar o incomodar, mover a la reflexión.
Por ello, las redes sociales no solamente pueden contribuir al trabajo de difusión de una exposición, sino a hacer mucho más amplia la experiencia estética al dotar de contenidos especiales a los usuarios.
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