En México la automedicación es un hábito muy común, y que no está exento de riesgos: utilizamos medicamentos lo mismo para el dolor de cabeza que para problemas gástricos; también para relajarnos, contra el combate de la gripe y la tos, así como para solucionar síntomas de alergias, entre otros. Pero este descuido que pareciera algo inocente puede pasar facturas muy caras a nuestra salud.
Más del 80 por ciento de la población de nuestro país se automedica, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud. federal Algunas de las consecuencias de tomar medicamentos por iniciativa propia y sin indicación médica puede ocasionar resistencia a los antibióticos y alergias, entre otras.
Algunas de las causas pueden ser la costumbre que se tiene en el país de no consultar a un médico, la falta de servicio de calidad en las instituciones de salud y el elevado costo de las consultas médicas.
Un punto importante para los especialistas es que cuando una mujer está embarazada no debe automedicarse debido a que algunos fármacos absorben fácilmente la placenta y pueden afectar al bebé.