Tras llevar a cabo un experimento, investigadores de la Universidad de Northumbria (Reino Unido) han llegado a la conclusión de que darle un masaje a tu pareja puede incrementar no solo su bienestar, sino también el tuyo. Estos resultados han sido presentados recientemente en la Conferencia Anual de la Sociedad Británica de Psicología, celebrada en Brighton (Inglaterra).
Sayuri Naruse, investigadora principal de este estudio junto al doctor Mark Moss, explica que “los beneficios de recibir el masaje de un profesional están bien documentados, pero esta investigación muestra que se puede obtener un resultado similar si es tu pareja quien te lo da, incluso con poco entrenamiento previo y sin experiencia en dicha actividad”.
¿Pero cómo llegaron a esa conclusión? Reclutaron a un total de 38 personas e hicieron que estos completaran un curso de masaje que se prolongó durante tres semanas. Se evaluó su bienestar a través de cuestionarios antes y después de las sesiones de masaje sobre ocho áreas de bienestar físico y mental, estrés y satisfacción en la pareja.
El curso de masaje tuvo un impacto positivo en el bienestar de las parejas y el estrés percibido en ellas; y ninguno de estos efectos disminuyó significativamente en las tres semanas posteriores a que concluyera el periodo de recopilación de los datos.
Las parejas informaron de que había mejorado significativamente su bienestar físico y emocional a la conclusión de cada sesión de masaje. Y, lo que es más curioso, esta mejora se producía tanto en el caso de quien recibía el masaje como de aquel que lo daba. De las parejas que tomaron parte en el estudio, el 91% aseguró que recomendarían darse masajes mutuos a sus amigos y familiares y el 74% seguían haciéndolos una vez concluido el curso.
“Estos hallazgos demuestran que el masaje puede ser una manera simple y eficaz para que las parejas mejoren su bienestar físico y mental mientras muestran afecto el uno por el otro”, añadió Naruse. “El masaje es una intervención efectiva y agradable que no solo funciona en un entorno terapéutico, sino que además puede incorporarse fácilmente a la rutina diaria de una pareja”, concluye.
