En lugar de tomarse tiempo para estudiar, de lograr un robo al estilo de Misión Imposible o de simplemente presentar un examen como le saliera, un estudiante de la Universidad de Iowa cometió un presunto fraude de alta tecnología para hacer trampa en sus exámenes universitarios, lo que terminó en dos cargos federales por hacking.
Según Associated Press (AP), Trevor Graves fue arrestado a finales del mes pasado por cargos federales vinculados a una estrategia sofisticada de trampas que presuntamente incluyen la instalación de softwares malignos en los computadores de la universidad y la recolecta de las claves de los profesores que los usaron. Graves, un exluchador de dicha universidad, tiene cargos por instalar lo que se conoce como dispositivos keylogging en las computadoras de los salones y laboratorios de la universidad y usarlos para guardar todo lo que los profesores escribían, incluyendo sus contraseñas.
El software keylogger intercepta los comandos que los teclados envían a las computadoras, guardando todas las veces que un usuario presiona una tecla.El FBI cree que recolectar las credenciales de inicio de sesión de sus profesores le permitió a Graves robar copias avanzadas de exámenes, así como acceder al sistema de calificaciones universitario y de emails.
Graves presuntamente cambió sus calificaciones más de 90 veces en un periodo de dos años y extendió sus servicios a por lo menos otros cinco estudiantes. Según AP, él utilizó la información recogida de los keyloggers para tener una ventaja injusta en muchas de sus clases, incluyendo negocios, ingeniería y química.
Según Daily Iowan, el plan de Graves se descubrió en diciembre de 2016cuando una profesora se dio cuenta de que las calificaciones de una serie de estudiantes habían sido alteradas sin su aprobación. La profesora le notificó al departamento de Información y Tecnología de la universidad, quienes alertaron a la policía que por lo menos cuatro estudiantes habían cambiado sus calificaciones y un montón de información de logins de profesores estaba comprometida.
El FBI luego realizó su propia investigación, entrevistando a varios estudiantes y señalando a Graves como el culpable. Según se informa, unos agentes encontraron keyloggers y memorias USB en el apartamento de Graves los cuales tenían copias de los exámenes, así como mensajes de texto con otros compañeros de clase discutiendo el plan. La Universidad de Iowa dice que se gastaron aproximadamente 68 mil dólares (cerca 1.3 millones de pesos) investigando la violación y fortaleciendo sus sistemas de seguridad e información en respuesta a lo ocurrido.
El plan de Graves está lejos del original, pero es algo que el FBI se tomó muy en serio. A principios de este año, unos keyloggers fueron encontrados implantados en la Universidad de Carleton en Canadá y en enero, un joven de 21 años de Virginia se declaró culpable por diseñar una especie de software de keylogging que fue utilizado para espiar a más de 16 mil personas. Ahora, Graves enfrenta dos cargos federales de hackeo de computadores que lo pueden llevar a prisión por más de 20 años.