Disney eliminará los popotes de sus parques temáticos

por | Jul 28, 2018 | Entretenimiento

El movimiento contra «pitillos»,
«popotes», «pajitas» o «cañitas», algunos de los
variados nombres en español para referirse a los tubos generalmente de plástico
que se usan para sorber líquidos, ha ganado con Disney un aliado de peso para
acabar con lo que considera una plaga medioambiental.

Disney anunció esta semana que para mediados de 2019 habrá
eliminado completamente de sus parques y otras instalaciones el desechable del
que solo en Estados Unidos se consumen 500 millones de unidades al día.

De paso se quitará de encima a los «removedores»
plásticos para disolver el azúcar u otras sustancias en bebidas como té y café.

Con esa medida el consumo global de los también llamados
sorbetes y removedores de plástico se verá reducido en 175 millones y 13
millones de unidades, según Disney, que se propone además bajar al mínimo el
número de bolsas de plástico desechables y acabar con los vasos de la resina
sintética poliestireno.

Al hacer el anuncio este jueves, la compañía recordó que
desde 1995 el Fondo de Conservación Disney ha dedicado más de 70 millones a
revertir el declive de la fauna salvaje en el mundo. No lo dice en ese texto,
pero muchos de esos animales han sido además los grandes protagonistas de sus
películas animadas.

«También hemos reducido nuestras emisiones netas de
gases de efecto invernadero en un 41 % en 2017 y desviado casi un 50 % de
desechos de rellenos y quemas ese mismo año, lo que significa un destacado progreso
en nuestro objetivo a largo plazo de lograr cero emisiones netas de gases
efecto invernadero y desechos, y a la vez ahorrar recursos hídricos»,
señala un comunicado de Disney.

La página web del movimiento «The Last Plastic
Straw» (LPS), que proclama con «orgullo» su pertenencia a la
Coalición contra la Contaminación Plástica, se hace eco en un lugar destacado
del anuncio de Disney, que en esto ha seguido los pasos de otras como Starbucks
y Alaska Airlines, además de negocios pequeños en distintas zonas de EU, Puerto
Rico, Antigua y Filipinas.

Fundado por la californiana Jackie Nunez, a la que le vino
la idea cuando en 2011 le sirvieron un vaso de agua con un tubo plástico para
sorber que no había pedido, LPS se define como un proyecto de voluntariado
comunitario que defiende la necesidad de ser «drástico con el
plástico» para «salvar nuestras costas».

Tras indicar que poniendo una detrás de los popotes, que se
consumen a diario en Estados Unidos se podría dar dos veces y media la vuelta
al planeta Tierra, el movimiento propone «un desafío» muy simple en
pro del medio ambiente, los animales y la salud.

A los restaurantes, bares, cafeterías y similares les insta
a eliminar voluntariamente los popotes al menos suministrarlo a quien lo pida
expresamente y en ese caso facilitarle uno hecho en materiales biodegradables o
reutilizables.