Lo que parecía ser una campaña para apoyar y crear conciencia social en los jóvenes para ayudar a otras personas más necesitadas o hacer obras de caridad, ha causado un efecto contrario en las redes sociales.
La mayoría quienes se integran a esta campaña son influencers (personas que influyen a otros hacer actos virales, sociales y demás, gracias a su popularidad), quienes reciben una compensación por participar en la campaña.
Después de ver las fotos montadas, los internautas no pudieron evitar hacer una crítica a estos influencers y a la empresa Hershey, tachándola de clasista y ridícula. Obvio también han hecho algunos memos al respecto.