Pensar en un mundo donde Starbucks no sea parte de nuestras
vidas diarias, hoy nos parece algo tan lejano e imposible como debe haber sido
en su momento pensar en la vida sin la televisión o la radio.
La imagen de las
personas caminando por la vereda, hacia sus trabajos con una taza de papel
blanca con el extraño logo verde (inspirado en la mitología griega, cabe decir)
en sus manos, ya es algo a lo que no solo estamos acostumbrados, sino que nos
parece más raro no verla que notarla.
Llegando a un punto en que su relevancia social ya superó
por mucho a su simple valor como negocio, Starbucks ya ha logrado introducirse
en el mundo del diseño. Como ha hecho con todo lo que toca, el rey Midas del
café para llevar lanzó un nuevo vaso coleccionable.
El nombre oficial de esta nueva maravilla es Mocha Swirl
Cold Cup Tumbler. Si ese nombre te pareció un poco largo y complicado, no te
preocupes: las redes sociales no se demoraron en desechar ese complicado título
para sustituirlo con uno propio.
Tomando como inspiración su diseño duocromático, que a
muchos le recordó al caparazón de cierto anfibio con un gusto por la lentitud,
lo bautizaron «la taza caparazón de tortuga».