La marca Crossfit, que representa una forma de entrenamiento funcional que se puso de moda la segunda mitad de la década, no tiene los registros para promoverse en México por una peculiar situación: Crossfut, una marca casi homónima, existió varios años antes de la llegada de la estadounidense al país y por tratarse de un producto similar, la ley no permite su coexistencia.
En 2004, Ignacio Sotoborja registró en México la marca Crossfut para representar tres deportes basados en la tradición del juego de pelota mesoamericano de los pueblos originarios del país, y que englobó los juegos de crossbol, el carisma y el pádel (cuyo origen se atribuyeron argentinos y españoles), y con ello impulsar la práctica de otros deportes más allá del futbol soccer.
“Me ha estorbado enormemente mis promociones, que ya demostré que sí lo pude lograr con el pádel, pero me atacaron esta gente de Crossfit.
“Registré la marca en la Unión Europea, en la India, China, Japón, Argentina, desde luego en México, por eso es importante que se sepa que era una visión global como la tuve con el pádel”, resaltó en entrevista con Forbes México.
En 2010, la marca estadounidense Crossfit Alfa Forging Elite Fitness trató de registrarse en México ante el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) para instalar sus gimnasios en el país. Sin embargo, se encontró con el obstáculo de que no podía registrar su marca pues era muy similar a la de Sotoborja. El 10 de enero de 2011 se le notificó que había una marca similar con anterioridad y no se podría utilizar por su semejanza en grado de confusión.
De acuerdo con el artículo 90 de la Ley de Propiedad Industrial (que estará vigente hasta el próximo 5 de noviembre), no se puede registrar “una marca que sea idéntica o semejante en grado de confusión a otra en trámite de registro presentada con anterioridad o a una registrada y vigente, aplicada a los mismos o similares productos o servicios”.
A ello, Crossfit respondió que los argumentos que acusaban similitud a pesar del cambio de vocal y las palabras adicionales eran infundados y sin sustento por parte de la autoridad. Sin embargo, en la jurisprudencia para la aplicación de la medida, se refiere que la similitud no puede analizarse a partir de la diferencia (el cambio de vocal), por lo que se refutó el alegato.
La estadounidense alegó además que la marca se encontraba en desuso y quisieron hacerse con los derechos por esa vía, pero su petición fue rechazada el 30 de junio de 2011.
En su sitio de internet, el IMPI señala que el expediente de la marca Crossfit Alfa Forging Elite Fitness se encuentra en proceso de depuración desde el 27 de abril de 2012.
Entonces, en 2013 la estadounidense empezó un litigio para hacerse con los derechos y con ello promocionarse aún sin el permiso indicado.
Al no conseguirlo, Sotoborja asegura que se le ha presionado para ceder ante la estadounidense.
Uno de los últimos episodios de la batalla legal se resolvió en febrero pasado, en que se negó a Crossfit Playa del Carmen el uso de la marca en esa ciudad, pues generaba confusión como se argumentó en la primera resolución.
Forbes México buscó a Tu marca, compañía a cargo del registro de la marca Crossfit, que se negó a dar algún pronunciamiento al respecto del caso por confidencialidad con su cliente.
Apenas en junio pasado, el CEO de Crossfit, Greg Glassman, fue criticado por un tuit en que aludió a las protestas a causa del asesinato de George Floyd como “Floyd-19”, comparándolas con la pandemia, tras lo que renunció a su cargo.
Luego de su salida, se nombró a Eric Roza como nuevo CEO, por lo que el abogado mexicano confía en poder alcanzar un acuerdo con los nuevos dirigentes de la empresa y dejar de tratar de resolverlo en tribunales.
“En la medida en que nos busquemos, tenemos que hablar directamente de directivos y no de abogados. El anterior dirigente no quería saber nada de nosotros si no era por medio de los abogados, pienso que el nuevo director tienda un puente de negociación”, comentó.