Este miércoles, jueces y magistrados federales se unieron a un paro indefinido iniciado el lunes por trabajadores de diversos sectores del Poder Judicial en México. La huelga, que representa una movilización sin precedentes, protesta contra una reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual propone la elección de jueces por voto popular.
La Asociación Nacional de Magistrados y Jueces de México (Jufed) lideró la víspera una vigilia en la sede del Poder Judicial de la Federación en San Lázaro, Ciudad de México. La jueza Juana Fuentes, directora de la Jufed, expresó que la reforma legislativa promovida por López Obrador «amenaza con socavar los pilares del Estado de derecho.»
El paro continuará «hasta que se satisfaga la petición de dialogar y detener el proceso de reforma», indicó la organización. Durante la huelga, no se llevarán a cabo audiencias, diligencias ni actos procesales.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no se han sumado al paro, según un comunicado de Jufed. Mientras tanto, oficinas del Poder Judicial en varios estados han cerrado en protesta.
En respuesta, el presidente López Obrador afirmó respetar el derecho a manifestarse, pero acusó a algunos jueces de corrupción. La reforma, que será discutida en la próxima Legislatura a partir del 1 de septiembre, incluye propuestas controversiales como la elección de jueces por voto popular por un periodo de 12 años, en lugar de los actuales 15 años.
La reforma también sugiere eliminar el sistema meritocrático actual para ascensos en el Poder Judicial. López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, respaldan la iniciativa, mientras que la oposición ha solicitado que el proceso de reforma sea gradual para preservar la independencia judicial.
La discusión sobre la reforma continúa, y la comisión legislativa planea revisar el proyecto esta semana antes de su envío a la próxima Legislatura.
