En un esfuerzo por impulsar el acceso equitativo a las herramientas tecnológicas y brindar oportunidades a las generaciones que han sido históricamente marginadas, el candidato a gobernador por Puebla, Alejandro Armenta, ha presentado una visión transformadora para el estado: convertir la «Ciudad Modelo» en la «Ciudad de la Tecnología».
La importancia de la tecnología en el día a día es innegable. Desde las simples interacciones en redes sociales como Facebook hasta la revolución en métodos de pago en el transporte público, el mundo digital ha integrado y facilitado múltiples aspectos de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, hay comunidades y generaciones que aún no han tenido pleno acceso a estas ventajas.
Armenta, reconociendo esta brecha, se ha comprometido a desarrollar proyectos y programas que garanticen infraestructura y capacitación para todos los habitantes de Puebla. Su visión es clara: que cada poblano, independientemente de su origen o ubicación, tenga las mismas oportunidades para beneficiarse de los avances tecnológicos.
En un acto simbólico durante el cierre de su precampaña y en presencia de líderes de su partido en todo el estado, Armenta anunció la propuesta de cambiar el nombre de «Ciudad Modelo» por uno que refleje su visión de un futuro tecnológico para Puebla. Esta iniciativa no solo busca un cambio nominal, sino una transformación profunda que coloque el espacio, que ha representado una considerable inversión pública, al servicio del progreso económico, profesional y educativo de la población.
«La Ciudad de la Tecnología no será solo un nombre; será un compromiso con el futuro de Puebla. Queremos que este espacio sea un reflejo de nuestra determinación para integrar a todos en la era digital, para que cada poblano tenga las herramientas y conocimientos necesarios para prosperar en la sociedad actual», expresó Armenta.
Con esta propuesta, el candidato subraya su compromiso con la educación, buscando formas innovadoras de dejar una marca perdurable de conocimiento en quienes participen. La decisión final sobre el nombre recaerá en los poblanos, ofreciendo una oportunidad democrática para moldear el futuro digital del estado.