Nervioso, con la mirada asustada y la voz quebrada, Arthur
Fleck, intenta componerse antes de empezar su rutina de comedia en vivo en un
club de Ciudad Gótica.
Pero al Joker, como prefiere que lo llamen, no le salen las
palabras: cuando intenta hablar, su boca explota en una risa aguda y forzada
que no puede controlar.
Esas mismas carcajadas histriónicas, perturbadoras, son las
que desbordan al personaje de la película «Joker» cuando, regresando
del trabajo en el metro por la noche, vestido de payaso, es testigo
involuntario del acoso a una mujer perpetrado por tres jóvenes de clase
acomodada.
Asumiendo las risotadas como una afronta personal, los
jóvenes le propinan una feroz golpiza. El comediante reacciona sacando un
revolver de su bolsillo y matando a tiros a los tres.
Por qué genera tanta polémica la violencia que se muestra en
«Joker»
A lo largo de la película, nos vamos enterando de que el
«Guasón» (como se conoce también al emblemático villano de la serie
Batman en algunos países de América Latina) padece algún tipo de enfermedad
mental que no se especifica.
En una de las escenas de la película en el que el Joker
viaja en autobús, el Joker tiene uno de sus característicos ataques de risa que
se prolonga por alguno segundos. Warner bros
Y, en otra escena en la que se repite uno de esos ataques de
risa descontrolada, esta vez en un autobús, presenta a sus interlocutores una
tarjeta que explica que su risa inoportuna se debe una condición médica.
¿Pero existe realmente una enfermedad que pueda provocar
esta reacción? ¿O se trata simplemente de un elemento más de esta historia de
ficción que viene desde su estreno sembrando polémica?
La risa descontrolada e involuntaria sí es el síntoma de una
serie de condiciones médicas y, en el caso del personaje interpretado por
Joaquin Phoenix, puede tratarse de una «crisis de epilepsia
gelástica», le explica a BBC Mundo el doctor Francisco Javier López,
coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de
Neurología.
«Es un tipo de crisis epiléptica muy infrecuente. Se
calcula que representa el 0.2% del total de todos los tipos de crisis
epilépticas».
Phoenix se demoró meses hasta encontrar la risa adecuada
para su personaje. Getty Images
«La
característica es que es una risa que aparece de forma inapropiada, y al
paciente no le supone alegría sino que es inmotivada», agrega.
La causa más frecuente de este tipo de epilepsia «es
una pequeña tumoración en el hipotálamo que llamamos hamartoma hipotalámico,
pero también puede deberse a otras causas como crecimientos tumorales en los
lóbulos frontales o temporales».
Por lo general, si tienen este clase de crisis, suelen tener
otras más generalizadas que afectan a los pacientes con epilepsia.
«Las crisis gelásticas», explica López,
«suponen un estrés añadido, porque si uno tiene una crisis (de las otras)
y pierde la conciencia, no pasa nada, pero si estás consciente y te ríes en
situaciones inoportunas, eso provoca un sufrimiento importante».
Este tipo de condición se suele controlar con fármacos
antiepilépticos y, en algunos casos en los que resulta posible, con cirugía.
Si no se controla, un paciente puede tener crisis a diario,
pero si se hace se pueden reducir a una o dos al mes o pueden desaparecer,
dependiendo de cada caso.
Según le explicó López a BBC Mundo, es más común ver este
problema en pacientes adultos, de más de 20 años, que en niños.
Pese a que la incidencia es baja, el neurólogo recuerda por
lo menos haber visto a tres pacientes con esta patología.
Uno, recuerda, trabajaba como abogado en un juzgado, y
«antes de empezar un juicio le advertía al juez que padecía este trastorno
y que probablemente tendría una crisis, ya que se tiende a tener más por el
estrés».
En cuanto a la violencia, que se va tornando cada vez más
una parte intrínseca y profunda del personaje conforme avanza la película,
López explica que no tiene vínculo alguno con esta enfermedad.
Las reacciones encontradas que genera el Joker interpretado
por Joaquin Phoenix y aclamado por la crítica
Por otra parte, aclara el neurólogo, la epilepsia gelástica
no es la única condición que puede dar lugar a risas involuntarias y
descontroladas.
Están también las patologías pseudobulbares, conocidas
también como incontinencia afectiva, que pueden provocar episodios de risa o
llanto, «pero son más típicas en pacientes ancianos con enfermedades
neurodegenerativas», señala.
«Son pacientes mayores en los estadios finales de sus
enfermedades, que no sería el caso del Joker».