Estrenan documental contra Harvey Weinstein

por | Sep 3, 2019 | Entretenimiento

“Untouchable” (Intocable), el documental que denuncia el
silencio cómplice que permitió a Harvey Weinstein actuar con total impunidad
durante décadas en Hollywood, traza un retrato sobrio y serio del “monstruo”
con testimonios de Rosanna Arquette y otras víctimas pisoteadas por el
productor, que hablan por primera vez a cámara.

Dirigido por Ursula Macfarlane y producido para la BBC por
el ganador de un Óscar Simon Chinn, Jonathan Chinn y Poppy Dixon, el
documental, recién estrenado en la plataforma Hulu, es la historia del ascenso
y caída del magnate contado por sus víctimas, tanto directas como aquellas que
se vieron afectadas por su comportamiento.

Entre las primeras, tres de sus secretarias personales
quienes renunciaron por no soportarlo, la primera de ellas, asistente de su
hermano Bob, Kathy Declesis, advirtió: “Harvey es un cerdo“.

Pero también hay rostros muy conocidos, como las actrices
Rosanna Arquette y Paz de la Huerta, o la no tan conocida (ahora sabemos por
qué) Erika Rosembaum, que presta al comienzo algunas de las frases más
demoledoras, también esclarecedoras. “Él era enorme -dice entre lágrimas-, yo
pesaba 45 kilos”.

Rosembaum cuenta que había oído rumores “de que algunas
mujeres pasaban por cosas así para lograr papeles” pero ella pensó que “era
suficiente con decir ‘no’”.

El documental muestra que, ya desde pequeño, Harvey apuntaba
maneras dictatoriales, si no mafiosas, en comunión con su hermano Bob; estaba
acomplejado por su físico, se sabía feo y gordo; nunca llevó una vida ‘normal’,
no tenía amigos ni era capaz de disfrutar de un partido de béisbol y era un
adicto al trabajo.

De hecho, “soy el puto sheriff de este puto pueblo” es su
frase más famosa y la única que trascendió por puro azar, porque cada vez que
algo empañaba su imagen de triunfador las pruebas desaparecían misteriosamente
y ningún medio de comunicación las publicaba.

El modus operandi del multimillonario para tapar su
comportamiento con las mujeres era siempre poner precio al silencio, pero
también -lo comentan algunos de sus altos cargos en Miramax- cuando la obsesión
fue a más, recurrió a investigadores para desprestigiar a las víctimas. No a
cualquier empresa. Contrató a Black Cube, una agencia privada de espías que
servía al Mosad.

Chinn aporta en las notas de producción de la cinta otro
dato curioso: hicieron una lista con más de 600 nombres que gente que conocía
bien la historia y contactaron con casi 400; 128 de ellas estaban dispuestas a
hablar, aunque muchas sin aparecer. Al final, fueron 29 las personas entrevistadas
ante la cámara durante los nueve meses que duró el rodaje.

“Esta historia era algo personal para casi todos con quienes
hablé sobre ella”, afirma.

Además de mujeres de las que abusó, hay testimonios de
antiguos colegas que hablan porque se sienten culpables y se arrepienten de no
haber hecho nada para detenerlo. Además de la narración a cámara de Lauren
O’Connor, la joven empleada de The Weinstein Company cuyo memorandum interno se
filtró al The New York Times y, en octubre de 2017, desencadenó la publicación
que terminó derrocando a Weinstein.

Estas entrevistas son la clave de la solidez del documental:
desde su infancia, hasta su procesamiento, el espectador se hace perfectamente
a la idea de quién y cómo era Weinstein.

“Si eres Harvey y eres un chico gordo de Queens y de repente
tienes poder, lo que imaginas no es charlar con esas mujeres, simplemente
tendrías sexo con ellas”, afirma Ken Auletta, escritor y periodista del The New
Yorker que publicó uno de los perfiles más profundos de Weinstein: “Él solía
aprovecharse de los sueños de las mujeres y tenía el poder para hacerlo”,
resume.

“Depredador patológico“, Weinstein también es definido como
“brillante”, “divertido”, “emocionante” y “extraordinario”, y “único” en su
trabajo: obsesionado con los Óscar, cientos de actores, directores y actrices
aparecen fotografiados con él en imágenes que se han difundido en treinta años
de ascenso imparable.

Hace solo unos días Weinsten volvió a declararse “no
culpable” ante el juez, quien decidió aplazar el proceso al 6 de enero de 2020
ante la aparición de nuevas acusaciones.

La directora aclara que nunca fue su idea seguir los
entresijos del drama legal, que quedaba fuera de su alcance, sino centrarse en
la historia de 2017 para “tratar de aportar claridad sobre cómo se ha llegado a
este punto y hacer las preguntas más importantes sobre el caso antes de que
estallara el escándalo”.