Comer saludablemente en la oficina puede parecer casi imposible con tantas actividades y poco tiempo, sin embargo, hay ciertos hábitos que podemos implementar en nuestro estilo de vida para que la comida sea un momento de placer y relajación,sin gastar una fortuna. ¡Pon toda tu atención!
1. PLANEA TUS COMIDAS SEMANALMENTE
Una idea que funciona muy bien es hacer un calendario semanal en el que anotes lo que se te antoja comer en los próximos 7 días, balanceando las proteínas, frutas, verduras, legumbres y cereales.
Abajo, elabora una lista de todo lo que vas a comprar, de esta manera ahorrarás tiempo en el supermercado y cuidarás tu presupuesto.
2. ELIGE FRUTAS Y VERDURAS DE TEMPORADA
El trabajo de seleccionar diferentes complementos en nuestras comidas siempre es algo laborioso porque no todos los vegetales y frutos están disponibles (o son de nuestro agrado).
Para hacerlo más sencillo escoge los de temporada, son frescos y aportan las vitaminas que necesitamos de acuerdo a la estación.
3. OPTA POR RECIPIENTES DE CRISTAL
Es la mejor opción para generar menos basura en el medio ambiente y conservar el sazón de tus platillos, ya que este material no absorbe sabores ni aromas de los almuerzos anteriores.
4. BUSCA NUEVAS RECETAS
¡No te claves en la típica lechuga! Consumir lo mismo todos los días hace que te aburras y recurras a la comida rápida.
Lo ideal es echar a volar la creatividad y probar con nuevos ingredientes, especias y presentaciones. Toma inspiración de Pinterest, Youtube o cuentas de health coaches, en Instagram.
5. DATE TU TIEMPO
Si tienes oportunidad de salir a un parque agradable o en tu oficinahay un espacio cómodo, disfruta el momento para saborear cada bocado y darte un relax.
Recuerda que cuando comemos despacio, a nuestras horas y en un ambiente tranquilo, el cuerpo absorbe mejor los nutrientes.
