Tojinbo es una localidad de la costa oeste del centro japonés que se caracteriza por sus acantilados que conforman su oferta turística, al mismo tiempo que son usados por suicidas para saltar al mar de Japón.
A partir del próximo junio la situación podría cambiar gracias al uso de drones, que un grupo de voluntarios que patrulla la zona para evitar los suicidios, comenzará a utilizar para reforzar su tarea.
Los voluntarios, que encabeza el policía retirado Yukio Shige, han evitado en este 2017 que cinco personas se quiten la vida, una al mes, cifra que consideran baja respecto a quienes lo han logrado.
En 2004 se registraron 25 suicidios en Tojinbo, y gracias a los voluntarios, donde participan policías retirados, académicos y trabajadores de empresas, los casos cayeron a 14 al terminar 2016.
Parte de ese descenso se debe también a que los acantilados son empleados ahora para el juego de Pokemon Go, lo que ha vuelto muy concurrido el lugar y ahuyenta a los potenciales suicidas.
En contraste, Shige denuncia que existen agencias de viajes que promueven a Tojinbo como un sitio para quitarse la vida. En la última década, más de 150 personas se suicidaron en esos acantilados.
Datos del sitio Wasabi, sobre la vida en Japón, indican que más de 25 mil personas renunciaron por su propia voluntad a seguir viviendo, es decir, unas 68 en promedio al día, con el número de hombres duplicando al de las mujeres que tomó esa decisión.
Enumera siete razones propias de Japón para suicidarse, de las cuales seis están relacionas con distintas formas de presión social.
La primera es el acoso escolar, tanto de tipo físico como psicológico y que muchas veces las escuelas rechazan que haya sucedido. Se suma la intimidación que se registra en internet, muchas veces anónima.
También figura el “hikikomori”, o aislamiento, que afecta en particular a jóvenes que dicen que tienen deseos de estudiar o trabajar pero en realidad se aislan en sus casas y acaban sin motivación, lo que los lleva al suicidio.
Wasabi señala que en Japón persiste el sistema de familia patriarcal, donde los hombres son exigidos para obtener el dinero que necesita la familia, y cuando fallan o cumplen parcialmente, quitarse la vida es con frecuencia la opción.
Esta es probablemente una de las principales razones por las cuales los hombres se suicidan más que los hombres en Japón, afirma.
Otra forma de presión que afecta a los jóvenes es la escolar, en particular la que se registra para ingresar a la educación media o las universidades.
Ligada a la anterior figura la búsqueda de trabajo cuando aún se encuentra en la universidad, que además de la exigencia de laborar y estudiar al mismo tiempo, suma la decepción si no se encuentra una plaza en los tiempos fijados.
Y por último se encuentra que el budismo y la cultura del samurai, no condenan al suicidio como una práctica mala, sino que inclusive llega a entenderse como una de las formas para asumir la responsabilidad.
El grupo de monitoreo y ayuda de los acantilados en Tojinbo pretende usar los drones en las áreas más remotas, donde es más difícil llegar.
El uso de los drones ya fue aprobado por el ministerio de Salud, que además financiará los costos, señala Japan Times.