El hábito de la lectura debe fomentarse entre los 3 y 6 años de edad, pues se trata de la mejor etapa para sentar las bases en un niño y potencializar a futuro su mejor desempeño como estudiante e incluso como líder, aseveró la franquicia de educación “Kumon”.
Clasificada entre las 20 mejores del mundo de acuerdo con el ranking de la consultora estadunidense “Franchise Direct”, la franquicia japonesa destacó que el bajo nivel de lectura en México puede revertirse con fomentar el amor a los libros desde los primeros años de vida.
“Un buen lector generalmente sabe organizar sus ideas, explicarlas y transmitirlas eficientemente, por lo que suele ser un miembro valioso de cualquier equipo de trabajo, y generalmente, un buen líder”, destacó la firma.
Datos de la “Encuesta Intercensal” 2015 del INEGI señalan que en México hay 10.5 millones de niños menores de cinco años, dentro de los cuales, los de tres años ya viven una etapa de aprendizaje que se puede aprovechar para que se les cultive el amor a la lectura, señaló.
“Kumon” destacó que “muchos estudiosos de la adquisición del lenguaje en los niños han observado que existe una etapa, normalmente entre los 3 y los 5 años, que se caracteriza por un aumento sorprendente de las capacidades del uso del leguaje”.
Durante esta etapa, es común que un niño aprenda ocho o nueve palabras nuevas en un día, resaltó “Kumon” en su comunicado.
En algunas ocasiones, dijo, se ha debatido la idea de si es conveniente iniciar el aprendizaje de la lectura antes de los seis años, y algunos educadores se pronuncian en contra con el argumento de que los niños aún son muy pequeños y no están listos para aprender.
“A este respecto, en “Kumon” estamos en total desacuerdo. Para refutar esta idea basta con preguntarnos qué es lo que hacen los niños todos los días desde que llegan al mundo. La respuesta es simple: aprender”, destacó.
“Esta capacidad de aprendizaje contrasta dolorosamente con un hecho que es realidad para la mayor parte de los niños: el aprendizaje de la lectura, que es la mejor manera de desarrollar la lengua, se lleva a cabo de un modo serio solamente a partir de los seis años”, anotó.
En otras palabras, en la mayor parte de los casos se deja pasar sin mayor provecho la etapa más fructífera para el aprendizaje y desarrollo de las capacidades de los niños en su propia lengua, resaltó.
“La importancia de la lectura es tal, que la buena comprensión de lo que se lee puede influir en la calidad de profesionista que el menor logre alcanzar en el futuro”, subrayó la franquicia.
En ese sentido “Kumon” destacó que su modelo, el cual se imparte en los cinco continentes donde atiende a una matrícula de cuatro millones de estudiantes, consiste en fomentar el amor a los libros y la comprensión lectora.
Y es que en los métodos tradicionales, los estudiantes pasan años tratando de memorizar el alfabeto, los fonemas o las sílabas, que no tienen ningún significado, y que por lo tanto son difíciles de aprender.
“En cambio, nuestro método de alfabetización permite a los niños darle sentido a lo que aprenden desde el primer momento. De modo que aprender a leer correctamente se convierte en una cuestión de meses”, apuntó la firma japonesa.