Durante el pasado fin de semana, la huelga de árbitros de la Liga MX dejó sin futbol a una nutrida audiencia y consumidores que no encontraron una respuesta por parte de las marcas, para reemplazar esa disposición por consumir con el pretexto de un deporte.
Ante esta oportunidad, no fue posible ver marcas que aprovecharan el momento en que audiencias se encuentran dispuestas a consumir con el pretexto de no tener futbol en la agenda de su fin de semana y tampoco lo hubo en la generación de contenidos que lograran aprovechar el instante.
“Me entristeció ver que ningún otro deporte aplicara estrategias de mercadotecnia, quizá de guerrilla, estrategias creativas para atraer ese público a su industria, el cine tampoco, que compite con el deporte, tampoco vi a Cinépolis o a Cinemex o las obras de teatro. Nadie se percató de que había 18 millones de personas que parte de su hábito de fin de semana estaba clausurado”, asegura Javier Salinas, experto en marketing deportivo.
Ante esta oportunidad que no fue aprovechada por las marcas, también resulta interesante observar el impacto dentro de la industria del futbol, por parte de fenómenos como una huelga de árbitros y la siguiente es una lista de estos efectos negativos que podemos enocntrar en marketing ocasionados por dicha situación, según Javier Salinas:
1. Daño a la marca
“Es obvio que hay un daño a la marca y la Liga tendrá que trabajar en estrategias de reparación de relaciones públicas, mercadotecnia y comunicación, utilizando herramientas como la sociología para reparar este daño que ha sido muy fuerte, a la credibilidad de la marca”.
2. Pérdida económica
“Viene un daño económico. Parar la Liga una sola jornada cuesta más de 60 millones de pesos, quizá algo de ese dinero, cuando se vuelva a jugar la Liga pueda ser recuperable, pero ya hay una pérdida económica a la vista”.
3. Oportunidad para otros deportes
“Es una gran oportunidad para otros deportes. En México, normalmente el 80 por ciento de la población que se declara fanática de algún deporte, es por el futbol. Hay una gran oportunidad para otros deportes, para aprovechar estos espacios generados por el desencanto en el aficionado y en patrocinadores. No veo que haya detrás de esto, alguna idea de una marca dentro de la industria deportiva para poderlo aprovechar”.