Marco Vinicio Sosa es un guatemalteco que, a los 28 años, fundó Recelca, la primera compañía recicladora de equipo de cómputo y electrónicos de Guatemala.
Con licenciatura en Economía y maestría en Finanzas, Vinicio trabajaba en una compañía cementera como analista financiero en el área de Desarrollo de Negocios.
Inclinado por su interés en el reciclaje, un día leyó una publicación que hablaba sobre el reciclado de equipo de cómputo.
“Me enteré que esta actividad crecía a nivel mundial, además del daño que hace al medio ambiente botar estos aparatos como basura común, porque contienen minerales tóxicos”, dice.
El artículo le dio la idea para comenzar su emprendimiento en su natal Guatemala. Sus ratos libres los ocupó para investigar cuál era la situación del reciclado de equipo de cómputo y electrónico y descubrió que en su país no se hacía nada, por lo que decidió en 2010 comenzar de manera formal con un capital de 10,000 dólares del ahorro familiar.
“Tenía muchas ganas de hacer el negocio, pero no sabía mucho cómo era el reciclaje de electrónicos. Casi todo 2009 investigué qué iba a hacer, aunque mi idea era llenar un contenedor y enviarlo a un comprador”.
Anotó en una libreta los posibles compradores e hizo una lista de 300 empresas del giro. “Les escribí y sólo me respondieron tres: dos me cuestionaron quién era yo y por qué les escribía. La tercera me habló por teléfono y se convirtió en mi socio”. TBS Industries es la refinadora que compra el desecho a Recelca.
El negocio consiste en recopilar equipo de cómputo y electrónicos, desarticularlos, clasificarlos como alto grado (tarjetas madre) y bajo grado (periféricos y otros); llenar contenedores y enviarlos al refinador, quien hace la disposición final de ellos.
Vinicio viaja a Filadelfia para ser capacitado por su socio. A su regreso renta una bodega y vehículos para hacer el acopio, pero quienes manejaban los tiraderos de basura no le dejaban entrar, entonces se dirigió a las empresas para comprar el equipo que ellos desechan.
Después de un año envió su primer contendor con 18 toneladas por barco a la recicladora de su socio en Alemania y sólo recibió 3,800 dólares.
Decepcionado por los resultados, habla con su socio y éste le indican que viaje a México a una empresa filial para que conozca cómo llenar los contenedores y obtener una venta mejor. Así lo hizo y cuatro meses después envió su segundo contendor, por el cual recibió el pago esperado.
Hoy día Recelca envía seis contendedores de 15 toneladas al año con material de alto grado y 12 de 18 toneladas de grado bajo. Adquiere el equipo de desecho de empresas como Walmart, las compañías de tecnología Canella y Max Distelsa y los talleres de mantenimiento de LG, Samsung y Nintendo, entre otras.
Cuenta con ocho empleados y una bodega de 500 metros cuadrados. Vinicio considera como ventaja las auditorías por parte de TBS Industries Inc. para garantizar la seguridad de sus procesos, así como el aval del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, aunque el país no cuente con normativas que regulen el sector.
Su mayor problema es la falta de cultura de reciclaje. Al respecto, empresas como Walmart han sido clave por exigir prácticas ecológicas para el tratamiento de desechos a sus proveedores y les recomiendan los servicios de Recelca.
Tanto Recelca como Vinicio Sosa han recibido reconocimientos por el trabajo realizado, destacando el otorgado por la Embajada Británica por prácticas seguras en el reciclado de material de cómputo y el Gerente Joven 2014 por parte de la Asociación de Gerentes de Guatemala.
Su plan a corto plazo contempla realizar el acopio en toda Centroamérica en conjunto con los pequeños recicladores de la región. También concientizar sobre la importancia de reciclar y reusar los componentes electrónicos, trabajo que cristaliza la pasión que desde niño cultivo.