Su gran historia en México no lo salvó de una calificación de cero estrellas en su última prueba realizada por parte de NCAP. La nostalgia jamás superará la cruda realidad: es un coche que debía desaparecer.
Eso no es todo, NCAP reveló cifras en las que aseguraba que el Tsuru estuvo involucrado en la muerte de 4 mil personas en accidentes de tránsito entre 2007 y 2012. Su retiro del mercado era una acción necesaria por parte de Tsuru México.
Pese a todo hay quienes le agradecen y no es para menos. Más allá de sus insuficientes sistemas de seguridad, fue un coche noble, parte del paisaje citadino, la herramienta de trabajo y el transporte de muchas familias mexicanas.
Sin embargo, la prensa extranjera abordó el anuncio de su retiro de una forma directa y sin tocarse el corazón. Patrick George, periodista del sector en Estados Unidos escribió un artículo refiriéndose al Tsuru Buen Camino que no tiene desperdicio.
Para comenzar nombra al Tsuru Buen Camino como una Trampa Mortal y continúa con las cifras de muerte registradas por NCAP.
Posteriormente critica el precio del coche: “El precio del Tsuru Buen Camino comienza en 175,500 pesos mexicanos, apenas unos 8,500 dólares. Es más barato que cualquier coche de esta parte de la frontera. Eso no es todo, existen otros Tsuru más baratos.”
Si algo sabemos es que el Tsuru siempre fue un coche modesto. El especialista habla de su equipo de la siguiente forma:
“…el Buen Camino es un coche repleto de “lujos” estándar como descansa brazos en las puertas (¡Oh!); desempañadores en el vidrio trasero (¡ah!), tapetes (¡increíble!); consola central (¡Asombroso!) y un estéreo con sistema de cuatro bocinas, AM/FM/CD/Bluetooth. ¿Cómo es posible que no estemos hablando de un Infiniti?”
Aunque su sarcástica observación podría sonar cruel, algo de verdad tienen sus palabras.
Al final de artículo remarca cómo en mercados emergentes es posible que este tipo de coches sigan en producción. Nuevamente acierta.
No criticaré ni pondré en entredicho a quienes sienten nostalgia por el Tsuru. Dentro de sus marcadas deficiencias jamás se vendió como un coche de lujo. Tras décadas de arduo servicio para muchos mexicanos se retira con una versión que ya se puede apartar.
Hasta nunca, Tsuru.