El presidente electo Donald Trump volvió a sacudir al mundo empresarial estadounidense este martes, enviando por Twitter una amenaza de represalia económica a la General Motors, la mayor firma automotriz de su país.
La razón de la nueva disputa: un auto fabricado en México, el Chevrolet Cruze.
El magnate que se dispone a asumir la presidencia estadounidense el próximo 20 de enero, advirtió en su cuenta de Twitter que “General Motors está enviando un modelo hecho en México del Chevrolet Cruze, a concesionarios de autos estadounidenses sin pagar impuestos a través de la frontera”.
“¡Fabríquenlo en Estados Unidos o paguen un alto impuesto en la frontera!”, dijo.
Trump advirtió repetidamente en su campaña que emprendería acciones contra firmas estadounidenses que fabrican productos en México aprovechando los salarios más bajos y la existencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).
La industria automotriz emplea a miles de personas en México, que se ha convertido en una potencia global de fabricación de autos.
Obreros blancos
Además de amenazar con una renegociación del NAFTA, el presidente electo había dicho que impondría sanciones tributarias a las firmas estadounidenses que insistieran en producir en México.
Trump ha prometido restaurar los millones de empleos industriales que se han perdido en Estados Unidos en décadas recientes, pese a que la mayoría de los economistas insisten en que esto es poco factible dada la mecanización de la industria y otros fenómenos económicos.
Su victoria en las elecciones de noviembre pasado se dio en buena medida gracias al apoyo de la clase obrera blanca, que se ha visto afectada por la globalización.
Y el presidente electo enfrenta presión política para complacer rápidamente a este sector del electorado.
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Por Twitter
El tuit sobre el Chevrolet Cruze parece ser la primera indicación concreta de la política tributaria punitiva que Trump quiere aplicar con la esperanza de hacer regresar a Estados Unidos los empleos industriales que se han ido a México.
Sin embargo, al anunciar las acciones gubernamentales contra una empresa específica, y usando el mecanismo de las redes sociales, el mandatario electo insiste en una táctica que le ha valido críticas en semanas anteriores.
En diciembre, Trump había tuiteado críticas contra la firma aeronaútica Boeing por lo que consideraba el alto costo de un contrato para reponer el avión presidencial Air Force One.
Sus críticos advierten que el controvertido gobernante electo está saltando los procedimientos oficiales establecidos para lidiar con estos asuntos, volviendo el manejo de la política económica un asunto personal e informal.
Su anterior andanada en redes contra Boeing resultó en una caída en el precio de la bolsa de las acciones de esa compañía.
Todavía está por verse cuál será la reacción de los mercados al más reciente ataque de Trump contra General Motors.
El Cruze
La firma General Motors ha movido parte de la producción de su modelo Chevy Cruze a México debido a la alta demanda que hay por ese producto.
Su fábrica actual en Lordstown, Ohio, no consigue hacer suficientes vehículos pese a estar trabajando tres turnos diarios.
En junio pasado, General Motors anunció en un comunicado que empezaría a importar modelos Cruze fabricados en Ramos Arizpe, estado de Coahuila, México, para suplir esa demanda.